Ser una persona trabajadora, en principio, no es algo negativo, sino más bien una virtud y una cualidad que esta muy bien considerada en nuestra cultura. Sin embargo, la implicación progresiva, excesiva y desadaptativa en la actividad laboral podría desencadenar que la persona trabaje porque si no siente malestar. El trabajo deja de convertirse en algo positivo y comienza a marcar por completo tu vida, de tal modo que la persona deja de lado familia, amigos, aficiones, responsabilidades por estar dedicado excesivamente a su desempeño laboral.