El ser humano es un animal gregario, necesita interrelacionarse con los demás y con su entorno.
Dentro de las relaciones interpersonales, podemos abrir un apartado aparte a las relaciones de pareja. Nos encontramos en numerosas ocasiones en la consulta, personas afectadas psicológicamente por una ruptura, por ser incapaces de encontrar la estabilidad en sus relaciones, porque se enganchan a sus parejas creando modelos adictivos de relación, por ser incapaces de iniciar una relación por el miedo que esto le genera…
En nuestras relaciones interpersonales, influyen nuestras experiencias pasadas y las presentes. En consecuencia, percibimos los acontecimientos nuevos de igual modo que los viejos: si he fracasado en la mayoría de mis relaciones, si me he enganchado a mis parejas anulándome como persona, si tengo constantes conflictos en mi relación… en estos casos, al enfrentarnos a una situación similar, me volverán a aparecer los mismos miedos que las veces anteriores.
Existen diferentes variables que nos afectan tanto para la elección de la pareja, como para el afrontamiento de los problemas que se generan de ésta.
En ocasiones, esta información que determina las relaciones que pueda tener una persona y la manera que tiene de enfrentarse a los conflictos, le pasan totalmente desapercibidos. El primer paso para poder resolver con eficacia una situación conflictiva consiste en conocer cada factor y darse cuenta de hasta que punto puede influir en la relación de pareja. El conocimiento es el primer paso para el cambio y la solución de conflictos.